Últimos temas
One, two, three butterbeer — Privado, Marlene McKinnon.
2 participantes
Página 1 de 1.
One, two, three butterbeer — Privado, Marlene McKinnon.
20 de Agosto. 16:30. Las Tres Escobas.
Habían quedado ya hacía un par de días de encontrarse en las Tres Escobas y solamente en esos momentos en los que salía de Honeydukes caía en cuenta que había quedado con Marlene McKinnon y una sonrisa se formó en su rostro casi de manera imperceptible, consideraba a la joven una buena amiga, pero pocas veces tenían una charla fuera de la biblioteca del Colegio debido a la costumbre de reunirse allí cada tarde, sabía como terminaban de cierta manera las cosas con la rubia, pero reunirse con ella durante vacaciones sin la presión de tener que darle advertencias debido a su puesto como prefecto hacían que una presión sobre sus hombros disminuyese.No sabía exactamente cuándo había comenzado su amistad con Marlene, pues al principio las charlas eran a través de James, eran cortas y no había mucho que decir, sencillamente se tocaban temas del Colegio o bromas pasadas que habían estado a cargo de sus amigos, eso fue hasta que de manera sorprendente quedaron un día en estudiar juntos, la conversación fluyó de manera natural y en poco tiempo se encontraba contándole algunos aspectos de su vida y viceversa, intentando que de vez en cuando la joven entrase en razón y no tratase de escabullirse y en otros casos teniendo que resistir sus invitaciones a hacer cualquier cosa que se encontrara fuera del reglamento y por ende de sus deberes de prefecto, cada que recordaba las insistencias de su amiga y sus negativas una sonrisilla aparecía en sus labios, era una amistad muy poco común, pero pareciera que a ambos les acomodaba bastante bien.
El trayecto relativamente corto terminó en el umbral de las Tres Escobas, en el cual se acomodó el desgastado suéter e intentó acomodar un poco los alborotados cabellos antes de entrar, pues siempre de manera inconsciente quería impresionar a Madame Rosmerta, dando pasos tímidos saludo a la susodicha con una tímida sonrisa para después acomodarse en una mesa tratando de acomodarse sin mucho éxito en la silla, su altura y torpeza siempre llegaba a ser un impedimento, o al menos en ciertas ocasiones, miró el reloj que le había regalado su madre por su cumpleaños número quince y en realidad no sabía si había llegado temprano, a tiempo o sencillamente Marlenne era experta en ser impuntual ante cualquier situación.
Última edición por Remus J. Lupin el Mar Dic 30, 2014 6:08 am, editado 1 vez
Remus J. Lupin- Prefecto de Gryffindor
Re: One, two, three butterbeer — Privado, Marlene McKinnon.
Marlene caminaba a paso rápido mientras su cabellera rubia se reflejaba en las vitrinas de las tiendas de Hogsmeade, iba tarde a su encuentro, tarde como siempre, nunca podía llegar a tiempo a algún lugar, era consiente de tener la culpa de ello pues había perdido la noción del tiempo mientras practicaba unos ataques de defensa en su casa. Desde que podía utilizar magia fuera del colegio nadie la detenía, pasaba horas y horas practicando con su padre hechizos de defensa contra las artes oscuras, por eso no se había percatado de la hora que era y de lo tarde que salía para reunirse con su amigo. Se colocó unos pantalones de mezclilla ajustados, acompañados por una camiseta con la famosa fotografía en Abbey Road de su banda muggle favorita, cuando estuvo lista partió de su casa sin dejar atrás la chaqueta de cuero que le había robado a su hermano la navidad pasada.
-Por las barbas de Merlín, que tarde es- soltó un chillido y aligeró más su paso al ver que iba 15 minutos más tarde de lo acordado. Ya se encontraba a solo dos tiendas de las Tres escobas cuando algo llamó su atención e hizo que detuviera su marcha para luego retroceder con rapidez hacia la vitrina de la tienda de artículos de quidditch. Prácticamente se abrazó contra el vidrio de la tienda al ver lo que había llamado su atención; Era la nueva Nimbus 1001, recién lanzada al mercado, cualquier persona que tuviera el dinero suficiente para comprarla podría adquirirla. Marlene se había enamorado de esa marca de escobas años atrás, pero hasta ese momento solo eran utilizadas por profesionales “¡y ahora la están vendiendo aquí!, debo tenerla”, se dijo a sí misma como un capricho reciente y se apartó de la vitrina al observar que el dependiente de la tienda la miraba con desaprobación. –No me mire así viejo amargado, vendré pronto por ella- Gruñó al vendedor mientras retomaba su camino hacia el punto de encuentro con su amigo. Remus Lupin era una de las personas más interesantes que formaban parte de la vida de la rubia. Muchos no creían que aquel chico podía ser amigo de Marlene, debido a la personalidad tan explosiva de la joven, pero la verdad era que se entretenía estando con él y el chico le causaba una enorme confianza, podía contarle todo a él y sabía que siempre escucharía las palabras que necesitaba.
Entró soltando un suspiro de alivio por haber llegado, como siempre, Madame Rosmerta se encontraba pendiente de la entrada y la recibió con una sonrisa, la cual la chica correspondió con amabilidad. Admiraba a aquella mujer, era naturalmente hermosa y parecía tener una personalidad imponente “Cuando sea grande, quiero verme así” se dijo a su misma antes de realizar un pequeño escaneo a la taberna. Sus comisuras se elevaron automáticamente al ver a su amigo en una de las mesas, parecía tener un buen rato esperando, aquello hizo que Marlene se sintiera un poco culpable por haber llegado tarde. –Siento mucho llegar tarde, pero conocí al amor de mi vida en el camino.- Bromeo acercándose a su amigo para cubrirlo con un fuerte abrazo. –Hola, señor prefecto-
-Por las barbas de Merlín, que tarde es- soltó un chillido y aligeró más su paso al ver que iba 15 minutos más tarde de lo acordado. Ya se encontraba a solo dos tiendas de las Tres escobas cuando algo llamó su atención e hizo que detuviera su marcha para luego retroceder con rapidez hacia la vitrina de la tienda de artículos de quidditch. Prácticamente se abrazó contra el vidrio de la tienda al ver lo que había llamado su atención; Era la nueva Nimbus 1001, recién lanzada al mercado, cualquier persona que tuviera el dinero suficiente para comprarla podría adquirirla. Marlene se había enamorado de esa marca de escobas años atrás, pero hasta ese momento solo eran utilizadas por profesionales “¡y ahora la están vendiendo aquí!, debo tenerla”, se dijo a sí misma como un capricho reciente y se apartó de la vitrina al observar que el dependiente de la tienda la miraba con desaprobación. –No me mire así viejo amargado, vendré pronto por ella- Gruñó al vendedor mientras retomaba su camino hacia el punto de encuentro con su amigo. Remus Lupin era una de las personas más interesantes que formaban parte de la vida de la rubia. Muchos no creían que aquel chico podía ser amigo de Marlene, debido a la personalidad tan explosiva de la joven, pero la verdad era que se entretenía estando con él y el chico le causaba una enorme confianza, podía contarle todo a él y sabía que siempre escucharía las palabras que necesitaba.
Entró soltando un suspiro de alivio por haber llegado, como siempre, Madame Rosmerta se encontraba pendiente de la entrada y la recibió con una sonrisa, la cual la chica correspondió con amabilidad. Admiraba a aquella mujer, era naturalmente hermosa y parecía tener una personalidad imponente “Cuando sea grande, quiero verme así” se dijo a su misma antes de realizar un pequeño escaneo a la taberna. Sus comisuras se elevaron automáticamente al ver a su amigo en una de las mesas, parecía tener un buen rato esperando, aquello hizo que Marlene se sintiera un poco culpable por haber llegado tarde. –Siento mucho llegar tarde, pero conocí al amor de mi vida en el camino.- Bromeo acercándose a su amigo para cubrirlo con un fuerte abrazo. –Hola, señor prefecto-
Última edición por Marlene Mckinnon el Miér Dic 31, 2014 5:11 am, editado 1 vez
Marlene Mckinnon- Estudiante de Gryffindor
Re: One, two, three butterbeer — Privado, Marlene McKinnon.
No sabía con exactitud cuánto tiempo había estado esperando en la misma posición, pero el ligero cosquilleo que recorría sus piernas le daba un indicio de que ya había pasado una cantidad de tiempo considerable y sonrió levemente, la paciencia era una virtud que había desarrollado con el paso de los años y en situaciones así la agradecía de manera infinita, en aquellos momentos es en los cuales pensaba que había hecho amistades con la gente de Hogwarts que menos afine a él eran, y que en aquellos mismos había encontrado un complemento bastante bueno, cosa que en realidad nunca le admitiría a absolutamente nadie por la mera razón del orgullo.
Su sonrisa se ensanchó al sentir los brazos de la rubia rodeándolo y el olor tan familiar que emanaba de aquella cabellera dorada le inundó la nariz, no se había percatado de cuanto había llegado a extrañarla hasta que la tenía tan cerca, puesto que Marlene McKinnon era de aquellas pocas personas con las que podía hablar de absolutamente todo y de nada, todavía no llegaba a contarle nada verdaderamente comprometedor, pero había logrado intimar un poco en sus relaciones familiares y para que mentirse de igual manera en algunos aspectos sentimentales que llegaban a atormentarlo en algunos días.
— No has llegado dos horas tarde como es costumbre Lene — bromeó con una sonrisa ancha apretándola un poco más contra si — Sorprendente cuando se trata de periodo vacacional y sobre todo de ti — finalizó dejando que una suave risa saliese de su boca y dejando que la rubia tomase el asiento que se encontraba frente al suyo.
Alzó una ceja fingiendo sorpresa y se quedó en silencio unos breves segundos — ¿El amor de tu vida? — preguntó completamente serio — Creí que ese puesto lo ocupaba uno de los merodeadores — le guiño un ojo divertido y una sonrisa se asomó de las comisuras de sus labios, perdiendo así la postura seria que había tomado minutos antes, Remus era una persona un tanto reservada y la gente podía llegar a pensar que no tenía demasiado sentido del humor y mucho menos podía hacer una o dos bromas, pero conforme la confianza afloraba en la relación, Lupin sentía la capacidad de intentar una broma o dos por más horribles que estas fuesen.
Miro a McKinnon por unos instantes sin decir absolutamente nada, la observaba con cuidado como si intentase memorizar cada parte de ella en su pupila, era bastante curioso la manera en la que su relación se había dado a lo largo del tiempo, la había conocido como la mejor amiga de James, luego fue amiga de Sirus, ambos hablaban bastante bien de la rubia, por lo cual al castaño de un momento a otro le entró la curiosidad acerca de quien era ella realmente, comenzaron como compañeros de estudio y luego las conversaciones fueron tomando un tinte bastante personal y después de un tiempo estaban allí, en las Tres Escobas solamente ellos dos, sin necesidad de que Sirius o James fungieran como intermediarios.
— ¿Como has estado Lene? — preguntó con un tono de voz más suave mirándola directamente a los ojos —Pareciera que te sumes en un abismo durante vacaciones — comentó de manera ausente con media sonrisa.
Su sonrisa se ensanchó al sentir los brazos de la rubia rodeándolo y el olor tan familiar que emanaba de aquella cabellera dorada le inundó la nariz, no se había percatado de cuanto había llegado a extrañarla hasta que la tenía tan cerca, puesto que Marlene McKinnon era de aquellas pocas personas con las que podía hablar de absolutamente todo y de nada, todavía no llegaba a contarle nada verdaderamente comprometedor, pero había logrado intimar un poco en sus relaciones familiares y para que mentirse de igual manera en algunos aspectos sentimentales que llegaban a atormentarlo en algunos días.
— No has llegado dos horas tarde como es costumbre Lene — bromeó con una sonrisa ancha apretándola un poco más contra si — Sorprendente cuando se trata de periodo vacacional y sobre todo de ti — finalizó dejando que una suave risa saliese de su boca y dejando que la rubia tomase el asiento que se encontraba frente al suyo.
Alzó una ceja fingiendo sorpresa y se quedó en silencio unos breves segundos — ¿El amor de tu vida? — preguntó completamente serio — Creí que ese puesto lo ocupaba uno de los merodeadores — le guiño un ojo divertido y una sonrisa se asomó de las comisuras de sus labios, perdiendo así la postura seria que había tomado minutos antes, Remus era una persona un tanto reservada y la gente podía llegar a pensar que no tenía demasiado sentido del humor y mucho menos podía hacer una o dos bromas, pero conforme la confianza afloraba en la relación, Lupin sentía la capacidad de intentar una broma o dos por más horribles que estas fuesen.
Miro a McKinnon por unos instantes sin decir absolutamente nada, la observaba con cuidado como si intentase memorizar cada parte de ella en su pupila, era bastante curioso la manera en la que su relación se había dado a lo largo del tiempo, la había conocido como la mejor amiga de James, luego fue amiga de Sirus, ambos hablaban bastante bien de la rubia, por lo cual al castaño de un momento a otro le entró la curiosidad acerca de quien era ella realmente, comenzaron como compañeros de estudio y luego las conversaciones fueron tomando un tinte bastante personal y después de un tiempo estaban allí, en las Tres Escobas solamente ellos dos, sin necesidad de que Sirius o James fungieran como intermediarios.
— ¿Como has estado Lene? — preguntó con un tono de voz más suave mirándola directamente a los ojos —Pareciera que te sumes en un abismo durante vacaciones — comentó de manera ausente con media sonrisa.
Remus J. Lupin- Prefecto de Gryffindor
Re: One, two, three butterbeer — Privado, Marlene McKinnon.
Elevó sus comisuras por el familiar gesto de su amigo, el calor de su abrazo era tan bienvenido para ella que hizo que se diera cuenta lo mucho que lo había extrañado. Era curioso como dos personas podían conectar de aquella manera, quería a todos sus amigos, los quería demasiado, eran como otra familia para ella, aunque ella era consiente de no ser una de las personas más afectuosas para ellos. La rubia era de las personas que pocas veces demostraba su cariño a los demás, era un poco simple y reprimida en cuanto a sus sentimientos, ya fueran entre amigos, familia o algún individuo que le gustara demasiado. Pero tenía claro en su interior que nunca dudaría en protegerlos, a pesar de que muchas veces ella era quien se sentía protegida por ellos.
Despeinó un poco el cabello de su amigo antes de sentarse frente a él y soltó un bufido exagerado debido a sus palabras –Esa vez fue porque Slughorn me tenía castigada, no por qué yo quisiera llegar tarde- murmuró haciendo un mohín con sus labios mientras cruzaba sus brazos frente a ella. –Deberías sentirte afortunado, no muchas personas me hacen correr para intentar no llegar tarde- le guiñó un ojo de manera coqueta antes de deshacerse de su chaqueta y la colocarla a un lado del asiento.
Escuchó su comentario sobre cierto merodeador y soltó un bufido exagerado – ¿Amor? ¿De qué hablas? Yo solo siento amor por mi escoba, por mi remera y por mi perro- murmuró repasando nuevamente sus palabras “ese perro”- No es el perro que piensas, y no intentes utilizar mis palabras en mi contra- Le apuntó con su dedo de manera acusatoria a pesar de que el chico aún no había dicho nada. –Veras, antes de llegar, me di cuenta que ha salido la nueva nimbus 1001, y pienso comprarla aunque tenga que trabajar como niñera o halando carruajes lo que queda de la vacación- informó más que decidida, cuando Marlene se metía algo en la cabeza era de las personas que lo cumplían de la manera que fuera. Remus era testigo de las ideas sin sentido que tenía constantemente y era uno de los pocos que la frenaban tratando de hacerle ver las cosas desde el punto de vista más lógico. Marlene estaba agradecida por tenerlo como la voz de su conciencia, ya que si no fuera por él quizás en estos momentos tendría un perro de tres cabezas encerrado en su cuarto.
Sintió un poco de culpa al escuchar sobre su ausencia en las vacaciones, era verdad que la Mckinnon perdía prácticamente todo contacto cada vez que salían de la escuela y es por eso que ciertas cosas se escapaban de sus manos, como por ejemplo algo que la tenía preocupada desde hace un tiempo y que preguntaría a su amigo en algún momento. –Pues, no puedo quejarme. Mamá y Papá deciden secuestrarnos a mi hermano y a mí en vacaciones. Las vacaciones pasadas nos llevaron a África para que conviviéramos con una tribu de magos extraños, fue genial, pero joder… ¡como extrañé mi cama!- sonrió exageradamente acomodándose mejor en su asiento. – ¿Y tú? ¿Cómo estás Remus? ¿Me extrañaste?- Preguntó pestañeando un poco con exagerada inocencia –Yo sé que tu vida sin mí no es la misma.
Despeinó un poco el cabello de su amigo antes de sentarse frente a él y soltó un bufido exagerado debido a sus palabras –Esa vez fue porque Slughorn me tenía castigada, no por qué yo quisiera llegar tarde- murmuró haciendo un mohín con sus labios mientras cruzaba sus brazos frente a ella. –Deberías sentirte afortunado, no muchas personas me hacen correr para intentar no llegar tarde- le guiñó un ojo de manera coqueta antes de deshacerse de su chaqueta y la colocarla a un lado del asiento.
Escuchó su comentario sobre cierto merodeador y soltó un bufido exagerado – ¿Amor? ¿De qué hablas? Yo solo siento amor por mi escoba, por mi remera y por mi perro- murmuró repasando nuevamente sus palabras “ese perro”- No es el perro que piensas, y no intentes utilizar mis palabras en mi contra- Le apuntó con su dedo de manera acusatoria a pesar de que el chico aún no había dicho nada. –Veras, antes de llegar, me di cuenta que ha salido la nueva nimbus 1001, y pienso comprarla aunque tenga que trabajar como niñera o halando carruajes lo que queda de la vacación- informó más que decidida, cuando Marlene se metía algo en la cabeza era de las personas que lo cumplían de la manera que fuera. Remus era testigo de las ideas sin sentido que tenía constantemente y era uno de los pocos que la frenaban tratando de hacerle ver las cosas desde el punto de vista más lógico. Marlene estaba agradecida por tenerlo como la voz de su conciencia, ya que si no fuera por él quizás en estos momentos tendría un perro de tres cabezas encerrado en su cuarto.
Sintió un poco de culpa al escuchar sobre su ausencia en las vacaciones, era verdad que la Mckinnon perdía prácticamente todo contacto cada vez que salían de la escuela y es por eso que ciertas cosas se escapaban de sus manos, como por ejemplo algo que la tenía preocupada desde hace un tiempo y que preguntaría a su amigo en algún momento. –Pues, no puedo quejarme. Mamá y Papá deciden secuestrarnos a mi hermano y a mí en vacaciones. Las vacaciones pasadas nos llevaron a África para que conviviéramos con una tribu de magos extraños, fue genial, pero joder… ¡como extrañé mi cama!- sonrió exageradamente acomodándose mejor en su asiento. – ¿Y tú? ¿Cómo estás Remus? ¿Me extrañaste?- Preguntó pestañeando un poco con exagerada inocencia –Yo sé que tu vida sin mí no es la misma.
Marlene Mckinnon- Estudiante de Gryffindor
Temas similares
» Butterbeer and catching up — Ishtar
» A bunch of butterflies —privado
» Revenge is a cold dish,and if ice cream much better -Privado- León
» A bunch of butterflies —privado
» Revenge is a cold dish,and if ice cream much better -Privado- León
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Lun Mar 16, 2015 11:23 pm por Invitado
» Teen Wolf RPG - Afiliación Élite
Dom Mar 01, 2015 4:21 pm por Invitado
» Whisper of Locket [AFILIACIÓN NORMAL]
Jue Feb 05, 2015 2:46 pm por Invitado
» Comeback Home {Afiliación Normal}
Vie Ene 30, 2015 12:13 am por Invitado
» Scream Demons Afiliacion elite (cambio de trama y direccion de foro)
Dom Ene 25, 2015 8:44 pm por Invitado
» The Mirror of Erised {Cambio de Elite a Normal}
Miér Ene 21, 2015 4:21 am por Invitado
» Enjoy the Silence 4.0 {Normal}
Lun Ene 19, 2015 7:15 pm por Invitado
» Knockturn Alley [Cambio de Botón]
Dom Ene 18, 2015 7:34 pm por Invitado
» Sombrero de Bartholomäus
Dom Ene 18, 2015 12:56 pm por A. Bartholomäus Hoffmann
» Expectro Patronum // Confirmación Élite
Sáb Ene 17, 2015 4:45 pm por Invitado